Milk In Baby Bottle

18 de diciembre de 2016

Pesadillas, no terror nocturno!


Pesadillas, y no Terrores nocturnos

He decidido escribir un poco sobre ello porque es algo que Luna tiene muy presente estos días. Tengo que reconocer que ella es bastante miedosa, pero verla así alguna noche, se sale un poco de la tónica habitual, ya que no sirve ningún método de relajación, ni cantarle, ni hacerle caricias por la carita...

Según he leído la etapa va desde los 2 a los 6 años, la suerte es que a ella parece haberle llegado a los 4. Pensé que eran terrores nocturnos, pero he estado leyendo sobre ellos, y hemos vuelto a tener suerte, porque todo encaja con las pesadillas, ya que los primeros el niño no está consciente ni se acuerda de ello a la mañana siguiente, y aconsejan no despertar al niño, más bien hacerte notar a través de abrazos y caricias. En las pesadillas el niño se despierta (que es lo que le pasa a Luna), pide ayuda, y se acuerda y describe a la mañana  siguiente lo que le asustaba. Que por cierto he leído en un post, una cosa que no me ha gustado nada, y es que según  su autor/a, el niño pedía ayuda a su madre cuando se despertaba porque no era capaz de gestionar la situación...en serio?, estamos hablando de niños de 2 a 6 años!, claro que no son capaces de gestionar una situación  de miedo, máxime teniendo en cuenta que están en la etapa de mayor fantasía, se podría decir que no distinguen entre los mundos de realidad y fantasía que conviven en su cabeza ahora, para eso estamos los padres (porque habrá niños que llamen a su madre, pero otros también llamarán a su padre, señor/a autor/a del post).
Para seguir con las diferencias, los terrores nocturnos se presentan a las 2 o 3 horas de haberse dormido y dura como mucho unos 10 minutos , en los que el niño dormido está muy nervioso y con la respiración agitada; mientras que las pesadillas mucho más tarde, en el caso de mi hija sobre las 3 o 4 de la mañana, dura el rato de susto que tenga el niño y que tú puedas tranquilizarlo hablándole y contándole que en su cuarto está seguro, que lo que ha soñado no es real, sólo una imagen que ve en sueños, y que todo está bien, y leído también en otro post algo que me ha gustado para decirle a mi Luna en la próxima pesadilla, que dentro de nuestra cabeza tenemos un botón como el de la tv, y que podemos cambiar de canal cuando veamos algo que no nos guste y pasar a ver algo que nos encante como un día de sol en la playa haciendo castillos de arena.

Pero bueno todo esto es para cuando pase y espero haberos ayudado a distinguirlos y a estar preparados para los momentos. Claro está que antes de acostarlos hay que crear un ambiente tranquilo y tener la rutina baño-cena-cama (con cuento, cariños y besos) tan importante, por lo menos yo lo pienso así, para que ellos se sientan seguros.
Y todo con mucho amor, porque sólo así podrán ser adultos capaces de gestionarse, pero eso será el día de mañana y no hoy.